En un estudio realizado durante el periodo de zafra 2001-2002 por el Instituto Tecnológico de Puebla (ITP) y la Universidad Tecnológica de Izúcar de Matamoros (UTIM), concluyeron que existe una relación aparente entre el incremento de las enfermedades respiratorias y el periodo de zafra.
Para llegar a esta conclusión, analizaron el número de partículas suspendidas existentes en el aire en tres puntos de monitoreo: La Universidad Tecnológica de Izúcar de Matamoros, la zona Centro de Izúcar de Matamoros y el Campo Experimental en Villa Atencingo. En base a los resultados obtenidos, determinaron que la principal fuente de emisión de partículas durante el periodo de zafra es la quema de caña y ésta afecta hasta una distancia de 50 km, alcanzando a la ciudad de Puebla.
Además, este estudio demostró que la contaminación del aire en el centro de Izúcar se incrementa aproximadamente en un 50% durante la época de zafra. La inhalación de este aire contaminado afecta el sistema respiratorio, principalmente el funcionamiento pulmonar, produciendo o agravando enfermedades como la bronquitis, el enfisema pulmonar y el asma bronquial, entre otros.
Durante el año 2003, continuaron midiendo las partículas respirables y al comparar los resultados con datos proporcionados por los centros de salud de Izúcar (IMSS, SSA y el Hospital General) de la frecuencia de enfermedades respiratorias en la población, entre los meses de enero-mayo (con zafra) y junio-julio (sin zafra), determinaron que la presencia del material particulado en el aire, durante estos periodos de tiempo, parece influir en el aumento o disminución de estos padecimientos, como lo refleja la gráfica adjunta a este artículo, extraída de la documentación del estudio. También, observaron que el mes que presentó el mayor grado de contaminación en la región fue marzo. Cabe resaltar que la mayor parte de partículas suspendidas en el aire durante estas fechas está conformada por ceniza preveniente de la quema de caña.
Entre las propuestas con las que concluye este estudio, elaborado por los Maestros Oscar Arroyo Porras, Mayra Ruiz Reyes y el Doctor Enrique Navarro Prometa, se hace referencia al uso de la biomasa cañera como una fuente de alimento para ganado y a la utilidad de la misma en la generación de energía renovable.
Las circunstancias actuales no son muy diferentes a las del año 2002, tiempo en que se inició la elaboración del estudio descrito en líneas anteriores. Hasta hoy en día, la quema de los cultivos de caña, antes del corte del mismo, sigue siendo una práctica común entre los agricultures. Algunos campesinos optan por cosechar sin incendiar los sembradíos, ya que al parecer resulta más redituable; sin embargo, posterior al corte, calcinan los residuos de hojarasca sobrantes. Esta actividad se une a otros factores que contribuyen a la disminución de la calidad del aire de nuestra ciudad, como el incremento del uso de automóviles, la deforestación, la quema de basura y el cambio climático, entre otros.
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